martes, mayo 24, 2016

II Encuentro abierto de Conspiración educativa

Segovia está muy lejos de Almería, pero aún así cuando Patricia nos pidió a Sofía y a mi que participáramos en el II Encuentro de Conspiración Educativa que organizan en Segovia, me pareció que la idea bien merecía el esfuerzo.
Me ha encantado compartir tiempo y espacio con un montón de personas que andan conspirando para hacer del mundo un lugar mejor.
Julio Rogero nos invitó a tomar conciencia de nuestro papel como agentes de cambio social y nos regaló una reflexión dura y realista sobre lo poco pública que es cierta escuela pública y la necesidad urgente de emprender un cambio hacia una escuela del pueblo solidaria, laica, científica, liberadora...
Julio cambió la palabra conspiración por la palabra "con-pasión",  para poder construir de forma colectiva una nueva educación.
Definió la evaluación tal y cómo la andamos entendiendo últimamente y esa fiebre de pruebas externas como uno de los instrumentos de esclavitud más grandes.
Conspiración, con-pasión, inspiración, insumisión..., palabras que nos invitan al cambio, al movimiento, a la búsqueda de alianzas, palabras que abren caminos y esperanzas. ¡Gracias Julio!
Después El colectivo  "Granoller en transición" nos invitó a impulsar la educación medioambiental, sobre todo por un "asunto de urgencia" y nos contaros algunas de las experiencias que están empezando a llevar a cabo.
Rosa Gisbert, directora de la escuela "Doctor Robert Camprodón" con su charla nos paseó por su plan del entorno educativo y la importancia de "la tribu" para educar a nuestras niñas y niños.
También las familias tuvieron su hueco en el encuentro a través de Jose Luis Pazos de FEDAMPA Segovia que nos desgranó muchas razones para conspirar de forma conjunta.
La parte amena de la jornada se la dejaron a Mario San Miguel, que supo hacernos reir y emocionarnos y que nos dijo sin palabras que lo grande de las personas no está en lo que se ve.
Pero si todo eso fue interesante , no lo fue menos desvirtualizar a personas a las que sigo y admiro a través de las redes y encontrar que son fantásticas a nivel profesional y mucho más a nivel humano.
Me encantaron los abrazos a Garbiñe Larralde y a Ramón Besonias y me inyectaron el gusanillo de volver a dibujar y a adentrarme en eso del Visual Thinking, sobre todo viendo la forma tan genial en que son capaces de resumir y recoger lo importante mezclando letras y dibujos como elementos de un nuevo lenguaje que llega más rápido no solo al cerebro, también al corazón, podéis verlo todo en el blog del proyecto "No me cuentes historias, dibújamelas" del que nos hicieron partícipes también en las Jornadas.
Me encantó conocer a Jesús Hernández @jhergony de "Crea y Aprende con Laura" y como no, volver a abrazar a @carmeniglesiab, @JLBracamonte, @londones@manueljesusF que fue como tener un trocito de EABE de cine cerca.
A mi me pidieron que contara como trabajo la inclusión dentro de mi aula y aunque luché contra el hambre del auditorio porque les robé parte de la hora del almuerzo tengo que agradecer que me escucharan hasta el final y que pudieramos después compartir  impresiones durante la comida.
Podría resumir lo que conté en mi espacio pero lo han hecho de forma tan fantástica Ramón y Garbiñe que lo voy a hacer apropiándome de sus sketchnotes:







Os dejo también la presentación que preparé:






sábado, mayo 07, 2016

Pensar sobre lo que aprendemos



Nos preocupamos mucho de que nuestras niñas y nuestros niños aprendan pero tal vez no tanto de que sean conscientes de lo que aprenden.
Tal vez si hiciéramos esa reflexión en grupo de vez en cuando cambiaríamos muchas más cosas de las que cambiamos en la escuela.
Recuerdo el momento profesional en el que yo empecé también a ser consciente de la importancia de ese tipo de reflexiones.
Fue hace unos 20 años cuando desde la Universidad de Almería se me invitó a participar en un proyecto de investigación sobre "Autorregulación del aprendizaje en el aula"
En aquel momento de mi vida profesional, yo estaba inmersa en un proceso de cambio metodológico en el que la planificación de mi trabajo intentaba que girase en torno al diseño de actividades en las que el alumnado tuviera que, "hacer, investigar, analizar, reflexionar..., sobre los contenidos", pero no me había "preocupado" de esa otra parte tan importante que era el buscar modos y momentos en los que el alumnado tomase conciencia de sus propios aprendizajes y el modo en que llega a ellos.
La palabra "metacognición" entró en mi vida y desde entonces supone una continua preocupación como docente encontrar modos en que mis canijas y canijos sean cada vez más conscientes de qué y cómo se apropian del conocimiento.
Además me he ido dando cuenta que es un modo muy interesante de "explicar", ya que cuando verbalizan en voz alta como "han aprendido a hacer algo, las estrategias que utilizan o lo que pasa en su cabeza para..." ayudan enormemente al resto de la clase a entender o llegar a comprender mejor ciertas situaciones.
También les ayuda a darse cuenta de que tenemos muchos caminos para llegar a un mismo sitio y por lo tanto es cuestión de tener paciencia y no rendirse ante el primer intento.
Una de las ocasiones en las que nos detenemos a pensar en nuestros aprendizajes es cuando acabamos un turno de rincones, dedicamos un tiempo para reflexionar sobre lo que hemos aprendido en cada uno de ellos y hacer propuestas de mejora e incluso propuestas de nuevos rincones.
Me encanta ver cómo van siendo capaces de ver diferentes aspectos del aprendizaje y valorando circunstancias que les ayudan a crecer de forma global .
El resultado del último turno del mes de abril lo podéis ver en nuestro blog de aula "Gnomitas y Gnomitos" ha sido como siempre interesante y nos ha ayudado a sacar algunas conclusiones importantes.
Nos damos cuenta de forma conjunta que los contenidos son de lenguaje o matemáticas o geografía o ciencia, pero también como están creciendo como personas y aprendiendo competencias sociales importantes como tener paciencia, respetar a los demás, que no hay que ganar siempre.
A mi me sirve un montón para darme cuenta que aprendizajes de los que yo pretendía realmente calaron y cuales no y por lo tanto a reorganizar el modo en que les hago propuestas de trabajo.
Me encanta que ellos van también haciendo propuestas interesantes y algunos de los rincones como el de geografía son propuestos por el grupo y les resultan realmente apasionantes.
También me ayuda a recordar algo que sé, pero que con la velocidad del aula a veces cae en el olvido, es muy importante que el grupo conozca cuales son los objetivos que pretendemos cuando estamos haciendo una actividad en el aula. En el caso de los rincones lo veo muy claro cuando al revisar que han aprendido no son capaces de encontrar una idea que se relacione con lo que yo precisamente me había planteado como objetivo de aprendizaje. También es un modo de ayudarle a observar mejor esa autorregulación propia de lo que están asimilando.
Por supuesto, es importante que aprendan a ver las dificultades, los errores y busquen maneras de corregirlos o salvarlos. Por ejemplo, en el rincón de robótica, se han acabado dando cuenta que la rapidez y la seguridad que algunas y algunos tienen al montar les han llevado a obviar las instrucciones, lo que les ha llevado a cometer errores que no les dejaron acabar a tiempo. La conclusión propia de que han aprendido a tener paciencia y a seguir los pasos de las instrucciones para mejorar el trabajo del grupo, asegura que en las siguientes ocasiones lo hagan realmente. Un aprendizaje que aparece desde la reflexión individual, pero también desde la responsabilidad con el grupo, ya que las prisas de uno solo, pueden representar el fracaso de todo el grupo.