sábado, diciembre 05, 2015

Espacios


Estoy seleccionando y editando fotos para mi blog de aula y de repente he pensado que este es un tema importante para la reflexión; "los espacios".
En mi cole tenemos una "suerte pasajera" con respecto a los espacios. Somos un colegio incompleto y solamente tenemos hasta cuarto de primaria de momento, aunque vamos creciendo dos aulas por curso, de modo que aún tardaremos dos años en tener hasta sexto de primaria.
Por eso, tenemos cuatro aulas vacías que podemos utilizar como espacios de "desahogo" y a las que sacamos un fantástico provecho:
Rincón del corto:
El aula de enfrente está vacía totalmente, así que le hemos puesto solo tiene una mesa grande y cuatro sillas y nos sirve para que en el visionado de los cortos durante los rincones, el grupo pueda ver y oir sin molestar al resto y sin que el ruido del resto les molesten.



Construimos nuestros Robots: 
Enfrente también pero más a la izquierda tenemos "nuestra sala para guardar los escenarios de las dos últimas jornadas de teatro" y allí hemos instalado el taller para la construcción de nuestros robots. Allí hemos ido guardando los materiales reciclados, hasta tenerlos todos y después en grupos pequeños, con ayuda de la maestra de apoyo, de nuestro práctico, Jose, se han convertido en auténticas ingenieras e ingenieros, 




Esta última sala también nos ha servido para el rincón de Mimo, un rincón que nació tras la propuesta de una niña de hacer un rincón "del silencio"



La primera clase nos está sirviendo ahora para inventar una coreografía y ensayar nuestro baile de Navidad.
Cada vez qué hacemos una de estas actividades pienso que vamos a hacer cuando tengamos el colegio completo, porque nuestras clases son muy pequeñas y apenas podemos movernos por ellas.
Hasta las aula prefabricadas en las que empezamos nuestra andadura eran más grandes.




Y es que los espacios son muy importantes!!!!!!!!!!
Pero nuestros colegios se diseñan pensando en metros cuadrados y para nada en criaturas felices.
Quienes los diseñan piensan en un puñado de niñas y niños sentados en silencio durante cinco horas y nadie les pide lo contrario, porque quienes los contratan los contratan para eso.
Y lo peor es que los nuevos colegios que se construyen no mejoran a los anteriores, nacen pequeños y muy mal pensados para poder generar otros tipos de enseñanza distinta a la de clases "homogéneas" donde todos hacen lo mismo al mismo tiempo.
Los espacios de aprendizaje dicen mucho de los métodos de enseñanza y del conocimiento que se transmite en un centro.
Los espacios educativos deberían diseñarse para propiciar el intercambio entre el alumnado, para trabajar en grupo de manera activa y en actividades diversas que vayan desde el estar sentado hasta el movimiento que puede representar la construcción de un aparato, la puesta en marcha de un experimento, la realización de una receta de cocina, la puesta en escena de una obra de teatro o la construcción de obras de arte en tres dimensiones.
Pero nuestros colegios no nacen pensando en todo eso, nacen pequeños de espacios y de miras, nacen homogéneos y cuadriculados como las personas que parecen querer formar.
Nacen llenos de cemento y vacíos de naturaleza. Llenos de sillas y mesas y faltos de tumbonas para leer. Pensados llenos de aulas estancas cerradas al mundo y al resto del centro, espacios exiguos donde no cabe una disposición creativa del mobiliario.
Es un atropello imaginar que nuestros pequeños están bien atendidos en espacios tan rígidos, a veces durante ocho o nueve horas.
Y es que cuando se proyectan los centros escolares nadie piensa en las necesidades de quienes realmente son sus usuarios y por lo tanto a nadie se le ocurre diseñar espacios pensando en las verdaderas necesidades de las niñas y los niños.
Mientras en algún momento y en algún lugar se le ocurre a algún gobernante clarividente dar importancia a esto de los espacios, salgamos fuera de las aulas e intentemos mirar con otros ojos los espacios del centro, imaginar otro uso de los pasillos o de las pistas o de las escaleras, intentemos abrir puertas y tirar muros, para dejar que entren aires frescos en nuestras escuelas.