jueves, septiembre 02, 2010

Un curso ¿NUEVO?

Ya lo sé que es una obviedad, pero en estos primeros días lo estoy pensando mucho.
Acabamos de empezar el curso y se repiten las historias de todos los septiembres con una monotonía apabullante.
Sin embargo, el comienzo aparece lleno de cambios.
En los últimos tiempos también eso se repite de forma monótona, "hay que cambiar algo": un plan de centro nuevo, nueva normativa de funcionamiento, nueva manera de nombrar a las coordinaciones, formas nuevas de asignar los cursos, cambios en los puestos de responsabilidad política y otras normativas nuevas y nuevos decretos y nuevos agobios y...
¡¡¡¡¡¡una monotonía apabullante!!!!!!!!!!!
Pudiera parecer estresante, pero si observamos con calma aunque se produce un enorme movimiento externo, apenas se mueva nada.
Bueno, no nos podemos olvidar de los cambios tecnológicos, esos que llenan nuestros centros de ordenadores y que están haciendo que el tercer ciclo deje de ser un cementerio de elefantes y este se traslade al segundo ciclo.
Sin olvidar que las "wifis" no siempre funcionan, o que en algunas aulas de secundaria rondan las 40 criaturas.
No, no estoy pesimista, al menos no más que otros septiembres.
Ahora llega el momento de respirar hondo y sumergirse en otro mundo, el mundo de "esto no va a poder conmigo", de "mientras hay vida hay esperanza", de "poco a poco también se llega"...
Es el momento de leer el blog de Jose Luis, o el Carmen Pérez, o de tomar un café largo con Encarna para que me cuente los proyectos que va a iniciar este curso, de recuperar el grupo de Lenguaje oral y empezar a planificar qué vamos a grabar este curso, de...
¡Estrenar un nuevo curso e intentar convertirlo en un curso nuevo!


2 comentarios:

Toni Cañabate dijo...

Pero bueno hermana, no me lo puedo creer ... La única de la familia que ha reúne aptitudes y méritos suficientes para llegar al rango de bruja redactora de blog, que no es nada fácil, por lo de bruja mas que por lo segundo y ... me decepcionas ...

¿Aun no has llamado a tu amiga más traviesa y te has ido de compras para conjurar el maleficio de la absurda rutina de principio de curso cuando se reúnen de nuevo los hastíos postvacacionales cocinando esa pócima tóxica? ¿Es que no te han enseñado que una bruja lista ha de borrar de su percepción aquellas situaciones inasequibles a todo sortilegio o formula mágica? ¿Y que mejor que unas compritas unas risas y unas cañitas al final para dar solaz al cuerpo después de tanto subir y bajar cremalleras, sacar y calzar de nuevo, ...?

¡Repasa tu manual de bruja!

Golpecitos en el culo con la varita mágica

CARMENCA dijo...

¡Que alegría verte por aquí!
La verdad que después de leer lo que he escrito, no casa muy bien con mi definición de bruja, pero es que en todo caso yo solo soy admiradora de las brujas y una simple "aprendiza de bruja", aunque en tu concepción de bruja lo mismo soy ya casi titulada universitaria (jajajajaja).
En cuanto a la solución que me aportas, ya la he tenido en cuenta, obviando el tema de las compras que no suele ser un buen ingrediente en mi percepción del disfrute.
Fue un desahogo momentáneo, ya que años atrás mi homeópata me recomendó salir a la playa y gritar para combatir el estrés y como le dije que no había llegado a ese grado de liberación mental y física, me recomendó escribir, que hecho así en un blog, casi puede considerarse como gritar.